La sal NO es el problema
Llevas años creyendo ciertos conceptos acerca de tu nutrición que hoy lamento decirte han estado ERRÓNEOS. Por eso, durante este mes te vamos a estar brindando información importante semanalmente para aclarar algunas de estas confusiones que hoy en dia siguen tan arraigadas en la medicina moderna, lamentablemente sin base científica sólida.
Mentira #1 La sal hace daño...
La mentira…
Por años has escuchado que las personas le tienen miedo a la sal. “El doctor me dijo que consumiera poca sal porque me sube la presión”. “No más de una cucharadita al día”. Sin contar el montón de productos bajos en sodio que ves en las góndolas del supermercado porque sencillamente se ha creado la idea de que la sal hace daño y hay que limitar su consumo. Sin duda, escuchar lo mismo una y otra vez nos lleva en ocasiones a creernos las cosas sin siquiera cuestionarlas. La pregunta que pudieras hacerte es, ¿Cuándo se demonizó por primera la sal?
En 1977 el equipo de trabajo del senador George McGovern sacó un reporte llamado: “Dietary Goals for the United States” que por primera vez proclamaba que se tuviera un límite en el consumo diario de sal, específicamente de 3 gramos diarios. Mira abajo una copia de este reporte que se publicó en ese momento.
En esa época existía en la población estadounidense una crisis, pues el aumento de enfermedades cardiovasculares estaba creciendo. En 1950, 1 de cada 3 hombres en los Estados Unidos desarrollaba enfermedad cardiovascular antes de los 60 años de edad. En los 1960 ya esta enfermedad era el doble de común que el cáncer y estaba siendo la principal causa de muerte.
Debido a todo esto el mensaje público a llevar fue “baja tu presión arterial para disminuir tu riesgo de alta presión”. La sal, era el enemigo ideal pues ratas alimentadas con dietas alta en sal se había visto que desarrollaban presiones sanguíneas elevadas y los investigadores hasta ese momento creían que la hipertensión era un factor de riesgo en los ataques al corazón. ¿Todo va haciéndote sentido verdad?
Lo que dice la ciencia…
Lo que no dijeron en aquel momento es que los datos eran ambiguos. Los estudios fallaban una y otra vez en demostrar una relación significativa entre el consumo de sal, la presión sanguínea y los ataques al corazón. Cuando finalmente se encontraba algo de relación, esta era tan mínima que quizás lo más que conseguía era un aumento de un (1) punto en la presión sistólica o diastólica del individuo.
Nuestros riñones tienen un mecanismo excelente para eliminar la sal cuando los niveles de esta suben por encima de lo que es necesario para el cuerpo. Por ejemplo tienen la capacidad de filtrar el equivalente a una (1) cucharadita de sal cada 5 minutos, o sea, 12 cucharaditas de sal por hora.
Cuando limitamos el consumo de sal, por el contrario, nuestro cuerpo lo toma como una amenaza y desata una casaca de maniobras metabólicas y hormonales que resultan en efectos secundarios negativos, incluyendo entre otros: aumento del ritmo cardiaco, niveles altos de insulina, colesterol y triglicéridos.
Que hacer...
Consume la sal correcta ¡SIN MIEDO! Es necesaria. La sal se asegura que tengas suficiente volumen de sangre en tu cuerpo para sostener la vida. Es necesaria para cientos de procesos diarios. Previene diabetes, resistencia a la insulina y otros.
Eso si, no hablamos de cualquier sal como la sal de mesa que conseguimos en la gran mayoría de lugares a los que vamos a comer, sino de la sal de mar sin refinar. La sal de mesa no provee los minerales necesarios para sacar el mayor provecho al sodio que consumimos y pudiera causar acidosis(bajo pH en la sangre). Por el contrario, la sal de mar es es rica en minerales esenciales para tu cuerpo. Verifica bien que la misma provenga de una fuente limpia y sin contaminantes y micro plásticos que pudiera de igual manera hacerte daño y que sea sin refinar. Los que me conocen saben que siempre ando con un potecito de Real Salt en mi bolsillo para usarla sin miedo cuando estoy en la calle.
¿Que opinas ahora de la sal? ¿La consideras esencial en tu alimentación? Escribe en los comentarios tu opinión al respecto y que otro tema deseas que toquemos en esta serie semanal que estaremos enviando en nuestro newsletter.
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